Pero había un problema: al tratarse de buses - chimenea humeantes y contaminantes, no podía construirse subterráneo pues los gases de escape acumulados en los túneles matarían a la gente y tampoco de trata de eso (al fin de cuentas ellos son los que pagan). Si no se hacía subterránero ¿cómo se iban a justificar las excavaciones y los grandes contratos de construcción? Recordemos que en Colombía todo se hace por medio de contratos en los que se reparte plata a todo el mundo (menos al contribuyente). La solución nuevamente fue ingeniosa: Los buses circulan sobre una vía exclusiva que requiere una excavación porque está hecha de Concreto!! Aqui hay no un hit sino al menos cuatro:
- El concreto es descartable, a diferencia del asfalto común que es reciclable en algún porcentaje, así que una vez que se daña hay que excavar y reconstruir por completo la vía generando nuevos contratos $$$
- El concreto para construir de nuevo la vía cada vez que se daña es provisto por las cementeras, que en Colombia son propiedad de los mismos dueños de todo, así que adicionalmente al dinero de los pasajes, los impuestos entran como otra ganancia para los dueños del sistema.
- Por tratarse de un sistema de superfice, desplaza y confina a los demás vehiculos fuera de su carril exclusivo de manera que quien no quiera ser usuario está obligado a compartir los estrechos carriles mixtos con todo el resto del tráfico de la ciudad y prácticamente se le impide circular, así que si quiere avanzar debe someterse a ser usuario del sistema.
- Las vías están en permanente reconstrucción lo que les da a los gobernantes plazas de trabajo para ofrecer a un ejercito de obreros miserables lo que ayuda a bajar sus indices de desempleo así sea una pizca. El ciudadano tiene la esperanza de que las obras terminen algún día, cosa que jamás ocurrirá.
- La competencia se borra de un plumazo ya que por donde va el Transmilenio prohiben la circulación de cualquier otra empresa de buses.